sábado, 6 de diciembre de 2014

Maestras en amistad, trabajo y creatividad


 
             Este año el premio Artesu Toda una vida se  le ha concedido a la firma de artesanos Lurbe Zeramika o las dos almas que están detrás de este nombre Itziar Bengoa y Gloria Etayo. Ambas recibieron el homenaje de todos sus compañeros en el transcurso de la Gala Artetsu Sariak. Emocionadas se fusionaron con el aplauso de quienes saben reconocer el trabajo bien hecho. Más de dos décadas de trayectoria en la que según sus propias palabras, “lo nuestro ha sido una historia de amor a tres bandas: Itziar, Gloria y el barro”
            Las protagonistas de este pasaje son dos mujeres emprendedores y sabias que encontraron en el barro la fuerza de sus vidas. De la arcilla surgieron sueños y realidades. Su conexión con la arcilla hizo fluir la amistar, el trabajo y la creatividad.
            Cada una inició su camino en solitario. Itziar en  su casa natal, en el bilbaíno barrio de Begoña, cuya huerta se convirtió durante su niñez en el lugar ideal para moldear el barro. “Siempre he estado ligada a la tierra y siempre tuve claro que el barro y yo éramos casi una sola cosa”.
            Gloria nacida en Basauri, tuvo que esperar a la juventud para descubrir el barro. Fue casi por casualidad, “pero nada más tocar su densidad, su maleabilidad, su textura, supe que ese era el germen de mi creatividad. Esa era yo”.
            Tras diversas vicisitudes Itziar  y Gloria se encuentran en unos cursos en Basauri. Su conexión fue total, tanto es así que deciden crear Tierra y Color, un espacio para la creación y exposición. Poco después deciden dar el salto y constituirse como taller artesano. Fundan Lurbe Zeramika en 2002.
            En su local en la calle Fika de Bilbao han trabajado con amor  sus piezas únicas, algo que han sabido valorar sus clientes, muchos de ellos convertidos en amigos, “porque si hay algo cierto en nuestra trayectoria es que la mayoría de nuestros clientes se han convertido en nuestros amigos”, afirman ambas.
            Con su energía desbordante han afrontado todas las vicisitudes a las que les ha hecho enfrentarse la vida, “con sinceridad y admiración la una por la otra”. Quizá por eso sus piezas, además de ser únicas, transmiten tanta verdad.
            En 2014 sin haber cumplido los 65 deciden retirarse. Ninguna quiere seguir adelante sin la otra y es por ello que bajan la persiana de Lurbe Zeramika.  Fue una decisión muy meditada y nada fácil de tomar. “Nos costó mucho dar ese paso, pero cuando una de nosotras decidió dejar el taller, la otra asumió que nada tendría sentido si una de las dos  faltaba”.
            Atrás quedan los recuerdos. “Cuánto lloré cuando vendí mi primera pieza en Madrid. He sentido cada uno de mis trabajos como un hijo. La verdad es que si pudiera los recuperaría todos”, dice Gloria. “Cuánto he disfrutado con Gloria, el nivel de compenetración ha sido total y absoluto, con sólo mirarnos sabíamos el camino a tomar, eso es algo más que trabajo es amistad y no tiene precio”, asevera Itziar.
            Como dice el refrán tanto montaba una como la otra y ambas se sintieron arropadas por los artesanos de Arbaso, en la Gala Artetsu Sariak.

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